¿Qué es Vinyasa?
Orígenes del Vinyasa
El Vinyasa yoga es conocido por sus transiciones fluidas entre asanas, creando una práctica fluida y dinámica que conecta el movimiento con la respiración. Este estilo fluido, prominente en prácticas como el Ashtanga Vinyasa Yoga y el Power Vinyasa Yoga, tiene sus orígenes en las innovadoras enseñanzas de Krishnamacharya en el Palacio de Mysore hace casi un siglo.
El Palacio de Mysore es un impresionante sitio histórico y residencia real, por lo que no sorprende que haya desempeñado un papel fundamental en la inspiración de una forma de yoga tan transformadora. Construido con un asombroso coste de 30 millones de dólares, el palacio se encuentra en Mysore, India, una ciudad reconocida por su rico patrimonio y su vibrante atmósfera. A 768 metros sobre el nivel del mar, esta encantadora ciudad, a menudo llamada la Ciudad de los Palacios, cobra vida durante la celebración del Mysore Dasara, un evento festivo que honra la victoria del bien sobre el mal.
Así, el Vinyasa encuentra sus raíces en este lugar extraordinario. A su atractivo se suma el antiguo texto que Krishnamacharya estudió para dominar el sistema de asanas (posturas) y vinyasas (transiciones), ¡un documento que se cree que existe desde hace más de 5000 años!
El libro Yoga Kurunta, escrito en sánscrito por un autor desconocido, fue sorprendentemente descubierto por Krishnamacharya. Si bien existe un considerable debate sobre la existencia real de este texto, Krishnamacharya sostuvo que lo utilizó como base para crear el atractivo estilo de yoga que hoy conocemos como vinyasa. Trágicamente, afirmó que el documento fue finalmente comido por hormigas. De existir, este texto representaría la obra más antigua conocida sobre yoga, lo que subraya las profundas raíces de la práctica en la evolución humana.
Los gurús del yoga se enfrentan al vinyasa
El vinyasa ha inspirado diversas interpretaciones de gurús y profesores de yoga. Krishnamacharya ofreció una perspectiva hermosa al definir el vinyasa como "una secuencia de pasos adecuadamente formulada para abordar una postura determinada". ¿No es cierto que una clase de yoga con una secuencia bien pensada puede ser un verdadero regalo, ya que prepara y abre el cuerpo para posturas que podrían parecer inalcanzables? Este enfoque no solo fomenta la satisfacción, sino que también enriquece tu práctica al guiarte hacia asanas avanzadas mediante una secuencia bien estructurada.
El profesor de yoga Gregor Maehle añade otra interpretación, refiriéndose al vinyasa como «meditación en movimiento». Es notable cómo moverse de forma saludable y a la vez desafiante a través de una secuencia repetitiva puede crear una experiencia meditativa y relajante.
Pattabhi Jois, a pesar de la controversia, realizó contribuciones significativas a la práctica del yoga. Describió el vinyasa como "la conexión repetitiva de movimientos", un concepto que ha llegado a definir el Ashtanga Vinyasa yoga, el estilo fluido que él estableció.
Jois es reconocido como gurú por haber estudiado yoga con el brillante Krishnamacharya, y el Ashtanga Yoga se erige como una rama destacada del Vinyasa. El desarrollo del Ashtanga Vinyasa Yoga comprende numerosos elementos integrales que forman una base sólida para comprender la práctica en su conjunto.
Ashtanga Vinyasa
En el corazón del ashtanga se encuentra el pranayama, que enfatiza la consciencia de la respiración. El yoga moderno suele centrarse en sincronizar el movimiento con la respiración; sin embargo, el pranayama abarca diversas técnicas de respiración. Textos antiguos, como los Yoga Sutras de Patanjali, definen el pranayama como la "cesación completa de la respiración", lo que resalta la profundidad de esta práctica.
Otro componente esencial del Ashtanga yoga es el Bandha, a menudo descrito como "bloqueos corporales" que ayudan a captar y dirigir la energía vital dentro del cuerpo. El Ashtanga enfatiza tres Bandhas principales: el Mula Bandha, que contrae el perineo; el Uddiyana Bandha, que lleva el abdomen hacia la caja torácica; y el Jalandhara Bandha, que consiste en llevar la barbilla hacia el pecho.
Además, Drishti, o mirada enfocada, desempeña un papel vital para lograr posturas en la práctica de Ashtanga Vinyasa. Hay ocho puntos Drishti específicos, cada uno correspondiente a diferentes asanas. Estas miradas enfocadas incluyen las puntas de las manos, los costados, hacia arriba, el ombligo, la punta de la nariz e incluso las puntas de los pies.
En definitiva, los dos aspectos más reconocidos del Ashtanga son las asanas (las posturas) y los vinyasas (los movimientos de conexión). Juntos, crean un flujo dinámico que guía a los practicantes con fluidez hacia cada postura mediante las elegantes transiciones del vinyasa.
Palabras finales sobre Vinyasa
El Vinyasa se considera un estilo de yoga dinámico y fluido, ricamente impregnado de elementos fundamentales que permiten a los practicantes lograr posturas específicas. Como rama importante, el Ashtanga Vinyasa goza de amplio reconocimiento en la práctica del yoga moderno. Si bien los orígenes exactos del vinyasa siguen siendo un tanto desconocidos —posiblemente se remontan a miles de años atrás—, es evidente que gran parte de lo que practicamos hoy proviene de la vibrante ciudad de Mysore, conocida por su majestuosidad palaciega. Esta ciudad ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo y la evolución del yoga tal como lo conocemos hoy.
Lo que hace del vinyasa un método tan atractivo es su capacidad para fomentar una sensación de bienestar, lo que probablemente contribuye a su estatus como una de las formas de yoga más populares en el panorama contemporáneo. Su fluidez rítmica y sus atractivas secuencias conectan con innumerables practicantes, convirtiéndolo en una valiosa incorporación a sus caminos de bienestar.
¿Qué es Hatha?
Orígenes del Hatha
Si bien el Hatha Yoga se presenta a menudo como precursor del Vinyasa en las enseñanzas introductorias, su importancia en el panorama general del yoga es profunda, arraigada tanto en el significado como en la encarnación de la filosofía del yoga. De hecho, ¡el Hatha Yoga es la forma original del yoga! En sánscrito, "Hatha" se traduce como "fuerza", lo que refleja nuestro uso del yoga como medio para canalizar y preservar nuestra energía vital mediante prácticas físicas.
Los textos más antiguos conocidos sobre Hatha Yoga tienen orígenes budistas, lo que revela que las interpretaciones iniciales de la mecánica corporal se remontan a tiempos antiguos, incluso antes de la era común (a.e.c.). Estos textos describen la conservación del Bindu, o "fuerza vital", similar al semen y al flujo menstrual, y sugieren prácticas como las inversiones para contrarrestar el flujo natural de energía que sale del cuerpo. Si bien estas antiguas creencias podrían no resistir el escrutinio científico moderno, representan una filosofía centrada en mantener nuestra energía vital mediante posturas que promueven la salud y el bienestar general. Es fascinante observar cómo nuestra comprensión de estos conceptos ha evolucionado con el tiempo; sin embargo, existe una notable inteligencia y creatividad inherente a nuestra experiencia humana.
La conexión del Hatha con la religión
El Hatha Yoga sirve como una puerta de entrada profunda para comprender las profundas conexiones entre el yoga y la religión hindú, junto con sus innumerables tradiciones de culto. Las raíces del Hatha Yoga se remontan a Shiva, conocido como "El Gran Dios", quien encarna la bondad y la benevolencia, y es venerado como practicante de yoga. Esta figura divina lleva una vida ascética, renunciando a los placeres mundanos en busca de metas espirituales más elevadas.
Shiva no solo es venerado en el hinduismo, sino que también es la figura central del shivaísmo, una de las tradiciones religiosas más practicadas del mundo. Este legado perdurable ilustra cómo el yoga se ha entrelazado con la humanidad y sus valores a lo largo de los siglos.
Dentro del Shaivismo existe una subtradición única, conocida como Nath, que pone especial énfasis en el Hatha Yoga. La tradición Nath describe el Hatha Yoga como una práctica transformadora que guía a los practicantes hacia un estado de Sahaja Siddha, un estado natural de realización. Este camino implica un acto consciente de voluntad, a medida que las personas se desligan de los apegos mundanos, lo que conduce a la disolución del ego. En este proceso de transformación, los practicantes se vuelven amorfos e invulnerables, lo que resalta las profundas dimensiones espirituales del Hatha Yoga.
Con esta profunda base espiritual, el Hatha Yoga trasciende el ámbito del mero ejercicio físico; emerge como una forma holística de percibir el mundo. Practicar Hatha Yoga implica abrazar aspiraciones más profundas que van más allá de lo físico, arraigadas en la comprensión de que el dominio del cuerpo puede conducir a un estado mental que se desvincula de las preocupaciones materiales, similar a las cualidades encarnadas por Shiva.
El Hatha Yoga cobró relevancia gracias a las enseñanzas del venerado gurú Gorakhnath, quien enfatizó que la disciplina espiritual se puede lograr mediante la abnegación dentro de la tradición ascética. Desde esta perspectiva, el Hatha Yoga se convierte en una poderosa vía para alcanzar la perfección espiritual, guiando a los practicantes en un viaje transformador hacia una mayor autocomprensión y la iluminación.
Chakras
El Hatha Yoga primitivo introdujo el concepto de canales de energía, conocidos como chakras, que pueden despertarse para elevar la energía kundalini. Esta energía femenina divina está estrechamente vinculada a Parvati, la diosa que sirve como contraparte femenina en el Shaivismo. Se cree que un aspecto sin forma de su esencia puede despertarse a través del yoga, aprovechando estos centros de energía.
A diferencia de prácticas físicas como la acupuntura, la activación de estos chakras se basa exclusivamente en la disciplina espiritual. En Hatha Yoga, existen siete chakras principales, y el séptimo, ubicado en la coronilla, simboliza la liberación espiritual al alcanzarlo. Los demás chakras se alinean a lo largo de la columna vertebral, descendiendo desde este punto más alto.
Los chakras se pueden activar de diversas maneras; por ejemplo, mirar la punta de la nariz puede estimular el primer chakra y puede practicarse durante la meditación o en asanas específicas de la rutina de yoga. Este complejo sistema permite a los practicantes explorar la profunda interacción entre la energía y la consciencia en su camino espiritual.
Es fascinante considerar cuántas ideas profundas han surgido del hatha yoga, sirviendo como vía para el crecimiento espiritual a través del cuerpo físico. Si bien carecemos de una investigación exhaustiva para ahondar en la rica gama de ideas que rodean al yoga —ideas que siguen siendo parte vital de su exploración hoy en día—, lo que sí sabemos es que el yoga ofrece beneficios extraordinarios para nuestro bienestar general.
Hatha como práctica física
En cuanto a la práctica física, el hatha yoga implica una transición fluida entre diversas posturas a un ritmo pausado, lo que a menudo requiere mantenerlas durante más tiempo, lo que puede suponer un reto incluso para los practicantes más experimentados. Aunque está profundamente arraigado en las tradiciones espirituales, el hatha yoga moderno consiste principalmente en una serie de posturas conocidas como asanas, que suelen mantenerse durante aproximadamente un minuto. Los principiantes pueden encontrar esta práctica bastante exigente; la incomodidad de mantener las diferentes posturas puede ser intensa, lo que provoca temblores o el instinto de abandonar la postura prematuramente.
Sin embargo, el verdadero objetivo del hatha yoga es cultivar la capacidad de mantener estas asanas con tanta facilidad que el esfuerzo parezca disiparse. Con el tiempo, los practicantes se esfuerzan por alcanzar un estado en el que ya no se centran en la posición ni la postura corporal, permitiendo que la respiración fluya naturalmente a través del pranayama, o respiración nasal. Esta conexión fomenta un profundo estado meditativo, facilitando una profunda conexión con el ser interior.
¿Qué es Vinyasa-Hatha?